Respuesta del liderazgo de OPALCO a “OPALCO parece haber olvidado que vivimos en el noroeste del Pacífico”
Carta al editor:
La reciente carta que critica los esfuerzos de OPALCO en materia de energía solar refleja un malentendido común sobre cómo funciona la planificación de la energía limpia.
Sí, la producción solar alcanza su máximo en verano y disminuye en invierno. No es de extrañar: así es como funciona el sol. Pero esto no es un defecto fatal; es un parámetro de diseño conocido. OPALCO y el sector de servicios públicos en su conjunto lo tienen en cuenta en su planificación. De hecho, OPALCO incluye explícitamente el almacenamiento en baterías en su estrategia de recursos para distribuir la energía a lo largo de horas y días, y está explorando activamente tecnologías de almacenamiento de mayor duración, como las baterías de flujo y las químicas de hierro-aire, que podrían ayudar a cubrir las interrupciones estacionales en los próximos años.
La afirmación de que la energía solar solo produce electricidad significativa durante 3 o 4 meses es simplemente falsa. Incluso en el clima del Pacífico Noroeste, la energía solar proporciona energía útil durante 7 u 8 meses al año. Los paneles generan energía incluso en días nublados, y los factores de capacidad al oeste de las Cascadas aún superan los 15%, lo que no es prácticamente nulo.
Acusar a OPALCO de engaño porque sus gráficos no coinciden con el patrón de demanda individual es engañoso. La empresa de servicios públicos debe planificar las necesidades de todo el sistema, no solo las de un hogar. Su modelado incorpora la demanda anual, la volatilidad de los precios del mercado, las necesidades de energía de respaldo y el crecimiento futuro, incluyendo la carga de vehículos eléctricos y los transbordadores electrificados.
La afirmación ambiental también fracasa. La energía solar a gran escala se encuentra entre las fuentes de energía de menor impacto disponibles. No emite contaminación, no quema combustible y puede instalarse en terrenos de bajo valor o perturbados. Las opciones de doble uso, como el pastoreo y el hábitat de polinizadores, son cada vez más comunes. Por el contrario, la dependencia continua de la energía importada —gran parte de ella de origen fósil o hidroeléctrica limitada— conlleva riesgos ambientales y económicos reales.
Así que aquí está la verdadera pregunta para quien escribe la carta: Si no es con energía solar local, ¿de dónde cree exactamente que provendrá nuestra energía? ¿Deberíamos quemar más gas? ¿Dependemos de los mercados durante las crisis energéticas provocadas por el clima? ¿O no hacemos nada y vemos cómo aumentan los precios y los cortes de luz?
La carta concluye diciendo que el proyecto «suena bien, pero los beneficios no son lo que parecen». Nosotros argumentamos lo contrario: es hora de dejar de descartar soluciones reales y funcionales solo porque no son perfectas.
-El equipo de liderazgo de OPALCO